Hace unos días estuve buscando un archivo que necesitaba para un asunto laboral y entre esa búsqueda me encontré con algo que escribí cerrando el 2010 para el blog de una amiga. Lo releí y me gustó, rara vez me gusta un texto “viejo” de mi autoría, creo que muchos…

De niño nunca me gustó ensuciarme, creo que en ese sentido era un niño raro. Me incomodaba sentarme en el suelo o en una manga. Me sentía mal si la ropa aparecía con un par de gotas de pantano o con cualquier mancha de comida. …

Esta es la transcripción del segundo episodio de un ejercicio de podcast que inicié recientemente. El audio se puede encontrar en las diferentes plataformas de podcast, incluída Spotify, como “Un día cualquiera”. …

Sin estar preparados -¿quién se prepara para algo así?- y sin siquiera imaginarlo, de repente tuvimos que adaptarnos a un nuevo ritmo que alteró todas las rutinas. Un ritmo más acelerado para unos y más pausado para otros. No sabemos cómo será la vida después de esto, algunos hablan de…

Ya hice la tarea de ver 1917. ¿Me gustó? Claro que me gustó, sería muy osado atraverse a decir que no entretiene o que no te mantiene atento y tensionado todo el tiempo; Además el hecho de usar una serie de unos tres o cuatro (falsos) planosecuencia, que componen la…

Diez años aprendiendo a extrañar sin que duela tanto. Diez años sin escuchar esa voz que todavía no olvido, la misma voz que me buscaba para conversar aunque fuera con pocas palabras, para aconsejar, pedir, dar, la única voz que me llamaba por mi nombre completo y muy rara vez…

Nunca imaginó todo lo que podía lograr hasta que empezó a ver los frutos de su primer trabajo. Hoy tiene una familia, sale tranquilamente a tomarse un par de cervezas con sus amigos y empezó a ir al estadio porque ama ver en la cancha al Unión Magdalena. Didier tampoco quiere volver a la guerra.

Antonio no supo qué mas hacer y echó a correr. Lo hizo tan confundido que no supo si recorrió kilómetros o solo unos cuantos metros, tampoco se dio cuenta si se tardó minutos o tal vez horas. Nunca supo si había logrado escapar. Ella lo persiguió por un tiempo, pero a mitad de camino desistió, era innecesario, finalmente siempre iba a estar con él, en su recuerdo.

Al pelao le dicen "el de los arrabales", y ni él conoce el por qué. Dicen los más viejos, los de la tienda de la esquina, los que lo conocen desde pequeño, que los aires tangueros de su papá tienen algo de complicidad en esa chapa, pero a él no le ha interesado ahondar en ese tema. Ni en el de su papá. Hoy decidió que no va más, que es insulso insistir, que eso ya no tiene sentido, mejor dicho, que ahí no hay nada más que hacer. Hoy también decidió darle una segunda oportunidad al tango.